El lunes 3 de abril la ministra Magdalena Álvarez visitó Galicia para presentar su solución a la demanda ciudadana del peaje de Rande. Nos ha sorprendido a todos con la gratuidad del peaje sólo de la zona de Rande y los pontevedreses nos preguntamos que ocurrirá con nosotros.
Para esta solución hemos tenido que esperar a más de dos años de Gobierno socialista y viene a ser prácticamente la misma que la anterior Xunta y Diputación pactaron. Dos años esperando para que la solución sea un cheque pagador, no han ofrecido plazos sobre la futura autovía a Porriño ni sobre la supresión definitiva de todo el tramo Pontevedra-Vigo en la AP-9, tan necesario éste para impulsar definitvamente la gran área empresarial Vigo-Pontevedra-Vilagarcía.
Esta medida tomada como respuesta a una atadura electoral dada por el Sr. Touriño nos deja sin perspectivas a medio plazo del relanzamiento de esta gran actuación estratégica necesaria para el desarrollo de nuestra región.
Según un estudio del año 2005, 54.500 coches de media al día circulan por el puente de Rande, lo que viene a suponer una media de casi 20 millones anuales. Cada día recorren el viaducto un promedio de 1.650 automóviles más que en cada jornada del año anterior. El colapso del puente, por tanto está próximo. El plan estratégico redactado en Vigo en 2004 ya nos avisaba de este peligro y urgía a tomar medidas cuanto antes. Fernández Alvariño (presidente de la CEP) ya había analizado la posibilidad de abrir otro puente para intentar evitar el inminente efecto “cuello de botella” que se puede producir.
Los estamentos de entonces tuvieron muy en cuenta todos los estudios realizados y decidieron potenciar una alternativa como es la autovía entre Pontevedra-Porriño para desviar la gran cantidad de tráfico creciente en el gran círculo urbano Pontevedra-Vigo.
Ante todos estos datos demoledores, nuestra Ministra nos ofrece como solución un cheque pagadero y no ofrece ningún plazo de inicio de las obras para la tan demandada autovía. El Grupo Popular ya había avisado de que la partida presupuestaria de 110.000 euros en los Presupuestos Generales del Estado destinada al estudio informativo eran insuficientes y la obra no estaría concluida en el 2010, como afirmaba el gobierno gallego, sino que sería en el 2014 al menos.
Compromisos baldíos y parches propagandísticos es lo que nos ofrecen. Ninguna alternativa real y sobre todo se confirma la ralentización de todas las obras incluidas en el gobierno anterior.
Para los pontevedreses esta medida hasta nos va perjudicar. ¿Acaso estamos libres de inminentes subidas en el tramo Pontevedra-Vigo sujeto a peaje? Poblaciones del Morrazo como Gangas o Moaña escogerán Vigo antes que Pontevedra a la hora de realizar sus compras o actividades de ocio (sumado a todo esto los lamentables accesos al centro de Pontevedra) Deberíamos reclamar, si cabe con más insistencia, todas estas actuaciones urgentemente ya que está en juego la prosperidad económica de nuestra zona y por, consiguiente nuestro bienestar.
Para esta solución hemos tenido que esperar a más de dos años de Gobierno socialista y viene a ser prácticamente la misma que la anterior Xunta y Diputación pactaron. Dos años esperando para que la solución sea un cheque pagador, no han ofrecido plazos sobre la futura autovía a Porriño ni sobre la supresión definitiva de todo el tramo Pontevedra-Vigo en la AP-9, tan necesario éste para impulsar definitvamente la gran área empresarial Vigo-Pontevedra-Vilagarcía.
Esta medida tomada como respuesta a una atadura electoral dada por el Sr. Touriño nos deja sin perspectivas a medio plazo del relanzamiento de esta gran actuación estratégica necesaria para el desarrollo de nuestra región.
Según un estudio del año 2005, 54.500 coches de media al día circulan por el puente de Rande, lo que viene a suponer una media de casi 20 millones anuales. Cada día recorren el viaducto un promedio de 1.650 automóviles más que en cada jornada del año anterior. El colapso del puente, por tanto está próximo. El plan estratégico redactado en Vigo en 2004 ya nos avisaba de este peligro y urgía a tomar medidas cuanto antes. Fernández Alvariño (presidente de la CEP) ya había analizado la posibilidad de abrir otro puente para intentar evitar el inminente efecto “cuello de botella” que se puede producir.
Los estamentos de entonces tuvieron muy en cuenta todos los estudios realizados y decidieron potenciar una alternativa como es la autovía entre Pontevedra-Porriño para desviar la gran cantidad de tráfico creciente en el gran círculo urbano Pontevedra-Vigo.
Ante todos estos datos demoledores, nuestra Ministra nos ofrece como solución un cheque pagadero y no ofrece ningún plazo de inicio de las obras para la tan demandada autovía. El Grupo Popular ya había avisado de que la partida presupuestaria de 110.000 euros en los Presupuestos Generales del Estado destinada al estudio informativo eran insuficientes y la obra no estaría concluida en el 2010, como afirmaba el gobierno gallego, sino que sería en el 2014 al menos.
Compromisos baldíos y parches propagandísticos es lo que nos ofrecen. Ninguna alternativa real y sobre todo se confirma la ralentización de todas las obras incluidas en el gobierno anterior.
Para los pontevedreses esta medida hasta nos va perjudicar. ¿Acaso estamos libres de inminentes subidas en el tramo Pontevedra-Vigo sujeto a peaje? Poblaciones del Morrazo como Gangas o Moaña escogerán Vigo antes que Pontevedra a la hora de realizar sus compras o actividades de ocio (sumado a todo esto los lamentables accesos al centro de Pontevedra) Deberíamos reclamar, si cabe con más insistencia, todas estas actuaciones urgentemente ya que está en juego la prosperidad económica de nuestra zona y por, consiguiente nuestro bienestar.
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