Las llamas aislaron Pontevedra y Vilagarcía durante toda la jornada

Las localidades de Vilagarcía y Pontevedra estuvieron prácticamente aisladas durante todo el día de ayer, rodeadas por numerosos frentes, ante los que todos los equipos antiincendios eran insuficientes. Los pontevedreses que ayer querían abandonar la ciudad sólo tenían una vía asegurada: la autopista hacia Vigo. Las salidas hacia Santiago, Ourense, O Salnés y Vilagarcía estuvieron cortadas prácticamente toda la jornada -la normalidad se restableció, según la Guardia Civil de Tráfico, a las 21.30 horas- y por la noche el atasco para entrar en la ciudad desde Vigo llegaba a Cercedo. La autopista del Atlántico entre Santiago y Pontevedra se convirtió en una prioridad para los equipos de extinción de incendios, que vieron cómo en el tramo limítrofe de las provincias de A Coruña y Pontevedra las llamas cruzaban la ancha carretera. Desde Sigüeiro, en la entrada a Compostela desde A Coruña hubo cortes.
Mirad, prefiero dar la noticia y no meterme a enjuiciar porque estoy muy afectado con todo lo que está sucediendo. Esto es algo que ya avisé personalment en Marzo, cuando todo lo relativo a personal de incendios aún no estaba ni redactado. En años anteriores en Marzo ya se sabía la gente que iba a participar en la lucha contra incendios y este año el proceso fue una auténtica pantonima. Y a las reclamaciones me remito que batieron todos los records.
Para mas inri este Bipartito ha eliminado las cuadrillas rurales que se conocían todo el terreno de primera mano y eran las primeras en llegar a los focos incendiarios. Alegaron ayudas del anterior Gobierno pero no presentaron ni una sóla prueba en su defensa. En cualquier caso se cambia el proceso, pero no se suprime.
Todo el trabajo hecho por el anterior Gobierno en la lucha contra incendios tirado por la borda por el sectarismo de unos cuantos. Ahora Galicia arde, Touriño descansa en Sanxenxo, Quintana a saber. El ejército ha salido tarde, mal y a rastras. Ayer estaban en las proximidades de los incendios pero ninguno actuaba. Esperaban órdenes. ¿De quién? El monte se quemaba a su lado y no hacían nada ante la incredulidad de los vecinos que lo daban todo por salvar sus fincas y sus casas.
Si hace falta gente que recluten voluntariado ya! Pero para eso hace falta organización y constancia.