Nos lleva ya un tiempo Nino Mirón avisando de que quiere pasar a un segundo plano en el Pontevedra C.F. Ya se había hablado hará un año de poner en la presidencia a un ojeador argentino, Horacio Petus, que trabajaba para el Pontevedra y que se había ganado la confianza de Nino.
Ahora, una vez resuelta la concersión en SAD, Nino pasará a ser como Lopera en el Betis, por poner un ejemplo. No me gusta este sistema y así debo expresarlo porque esto será como en los circos romanos, donde el emperador ejecutará bajando el dedo.
Su sucesor es un hombre de gran prestigio y que ha resuelto con brillantez todas las cuestiones a las que el Pontevedra se enfrentó. Como tesorero lleva mantiendo en superávit al Pontevedra durante muchos años y sé que seguiremos en buenas manos.
Pero siempre tendrá el hándicap de la sombra de Nino cuando las cosas vayan bien o mal. El máximo accionista debe ser el presidente, como en el Valencia que antes tenía a Roig y luego el nefasto Soler, pero siempre de frente con la afición que es el alma del equipo.
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Hace 3 semanas
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