Sobre la reforma de Paseo de Colón

Cuando era pequeño cogía el autobús en Paseo de Colón para ir al colegio, justo donde ahora está el supermercado Moldes. No sé que años tendría pero recuerdo que siempre nos llevaba un mayor a la parada por el temor a los continuos atropellos que allí se producían. Tengo todavía grabado en la memoria el día que un vehículo atropeyó a dos hermanos muy queridos por esta zona y que fue la gota que colmó el vaso de los vecinos que salieron a la calle a manifestarse por unos simples semáforos.

No sé quien gobernaba pero supongo que o Rivas o el Pp de Cobian. Recuerdo perfectamente el grito de guerra: "Manifestación no Paseo de Colón". La instalación de los dos semáforos sirvió para poder cruzar tranquilamente en una zona por donde los vehículos circulaban a velocidad excesiva.

Ayer me acerqué a observar la apertura de las obras, la he venido siguiendo todos estos días. El clamor de los vecinos y comerciantes era unísono contra esta manera de hacer las obras. No entendían como después de tanto esfuerzo por una correcta señalización, de repente se abría este vial sin ninguna pintada, ni paso de cebra, ni semáforos. Muchos me reconocieron y no sabía que decirles. ¿Para esto 15 días? -se preguntaban.

Previamente ya había denunciado publicamente con una carta en el Diario el día que se cerraba el vial, entre otras cosas, que no se había hablado con ningún vecino ni comerciante, que la desinformación era enorme y que la promesa electoral de participación ciudadana no estaba siendo aplicaba por ningún sitio. Observé perfectamente como el cemento era situado entre el miércoles y jueves pasado en toda la vía. ¿A qué se dedicaron el resto de los días? Unos días con el triángulo de la entrada de la calle, otros con la pavimentación delante del Archivo... Aquí el concepto tramos consolidados debe ser todo un misterio para los responsables.

Denuncia hoy Telmo Martín en la prensa que el paseo de Silgar fue reasfaltado y cambiado las direcciones en una sola noche (en temporada alta de verano para más inri -que ya le vale también- pero se hizo sin ninguna molestia),y con esas 24 horas ha durado así hasta hoy pudiendo cualquiera de nosotros, comprobar como funciona perfectamente.

A pesar de todo el resultado, estéticamente, será muy bello, sabiendo los políticos que el tiempo juega a su favor y que los vecinos pronto olvidarán de todo esto. Pero yo empiezo a notar como, cada vez más, el ciudadano ya no traga con esta manera de actuar. No es una obra aislada la que se ejecuta mal, son todas!. El ancheo de 6 metros de acera en Álvarez Limeses ha tardado casi un mes!!!

El mérito de un político radica en saber gestionar de la forma más eficaz todas estas cuestiones. Aunque se pueda discrepar de algunas actuaciones, la eficiencia mide su talla como político. Y creo, sinceramente, que en esta ciudad carecemos de políticos de talla que nos estén gobernando. No le encuentro más explicación porque, estas formas contrarias al sentido común, es tirarse piedras contra su piedra tejado. Pero los que padecemos todo esto somos los ciudadanos de a pie.