¿Onde imos parar?

A muller de Oscar Pereiro explica, fóra de guión, o que lles está a acontecer dende que o seu marido apoiara o famoso Manifiesto por la Lengua Común, agora tan politizado e mediatizado.

Buscando unha opinión sosegada, alonxada do debate electoralista no que cada día vémonos inmerso-los cidadáns, atopei este artigo de Fernando González Macías, xefe de informativos de Radio Líder-Punto Radio en Galicia.

No es verdad que Óscar Pereiro, Roberto Verino o Luz Casal apoyen una ofensiva en toda regla contra el idioma gallego. Lo cierto es que han dado su apoyo al denominado Manifiesto por la Lengua Común, promovido por un grupo de intelectuales en defensa del derecho al uso del castellano en cualquier punto del territorio español, iniciativa que ha concitado ya el apoyo de más de ochenta y cinco mil personas, desde personajes de relevancia pública a simples anónimos ciudadanos.

Ni Pereiro, ni Verino, ni Casal reniegan de su condición de gallegos ni de su lengua materna. Simplemente consideran que hay que garantizar la libertad de las personas para emplear cualquiera de los idiomas oficiales en los distintos ámbitos de la vida, algo que empieza a ser difícil, cuando no imposible, para los castellano hablantes en Galicia, Euskadi, Cataluña y hasta en Baleares, que ya es decir.

El ciclista de Mos, el modisto de Verín y la cantante de Boimorto conocen, usan y aman la lengua de Rosalía, que fue la que mamaron con la leche materna. Pero se posicionan abiertamente contra el llamado proceso de normalización, tal y como se está planteando desde gobiernos autonómicos donde los nacionalismos identitarios pesan mucho. Piensan que se está yendo demasiado lejos. Rechazan la imposición del gallego a quienes no desean o no saben hablarlo y reivindican, como derecho básico, que los padres puedan elegir el idioma en el que quieren escolarizar a sus hijos. Ni más ni menos.

Por otro lado, es obvio que los firmantes gallegos, vascos o catalanes arriesgan especialmente en este empeño. En general, la gente conocida que suscribe el Manifiesto sabe lo que se juega, que puede ser mucho. Es consciente de que se le van a echar encima determinados sectores políticos, sociales y culturales, que ahora mismo detentan un gran poder. Sin embargo tienen claro que, por prestigio personal, porque son referencias en sus respectivos ámbitos profesionales, el apoyo que prestan a la lengua común y a sus hablantes es trascendental para la causa a la que se unen.

Quienes se le han echado encima a Pereiro, Verino y Casal temen sin duda que su ejemplo pueda motivar a otras personas de similar relevancia, que abrigan dudas o temores, a imitar su postura. Y a que se multipliquen las adhesiones a la campaña en defensa del castellano en una comunidad, Galicia, donde la paz lingüística, que en apariencia reinó durante décadas, parece ahora amenazada por quienes quieren ganar a toda costa espacios para el gallego, especialmente en la enseñanza.

En los círculos más reflexivos y autocríticos del nacionalismo gallego (que los hay
) no ocultan una creciente preocupación por la irrupción en el espacio mediático de movimientos cívicos como Galicia Bilingüe, hasta ayer casi invisibles. Y se preguntan qué no estamos haciendo bien en esto de la normalización. Porque, al tiempo que perdemos hablantes entre las primeras generaciones escolarizadas en nuestra lengua, se suscita ahora en este país un serio debate público sobre adónde nos puede conducir la actual política lingüística. Empezamos a plantearnos, colectivamente, si vamos en realidad hacia donde queremos ir o simplemente nos dejamos llevar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Por cierto, ya que hablamos de todo, el otro día condenaron a los asesinos de gatitos.

Anónimo dijo...

...joder, e menos mal que a muller de Pereiro ten un pouco de sentido común e di que os do Bloque non teñen nada que ver, faltaría máis, que acusara a un partido político abertamente e sen probas de tal cousa, supoño que estaría falando de sms e chamadas de móbil, iluminados sempre hainos e maleducados tamén, non se pode criminalizar ao nacionalismo galego por tal cousa, a min non se me ocurre dicir que Óscar Pereiro sexa menos galego por asinar un manifesto como o famoso do que estamos a falar, pero vamos, que tampouco o deixa nun bo lugar, se para outras cousas adoitan absterse, tamén o podia facer para isto, porque ao fin e ao cabo todo é política, ou non?

Polo demais, ogallá se recupere canto antes dese grave percance non Tour de Francia.

E por certo, iso de que houbo paz lingüistica aqui ao longo de anos (falamos do governo Fraga por exemplo) so é iso, unha apariencia como dis, porque ao galego todos eses anos non lle deron tregua.

un saúdo

Anónimo dijo...

En los bancos, antes de que hubiera el euro. Anuciaban el servicio de cambio de moneda (change(franco frances),... tambien decia troco pero nunca hubo moneda gallega,...). sera que Robero Verino, Oscar Pereiro y Luz Casal cobran en euros...)
Tomalacasitos

Sísar dijo...

En efecto Breogain, siempre hay gente más extremista que se aprovecha de un contexto enturbiado para intentar obtener rendimiento a costa de procedimientos absolutistas.

Home, paz quizá no sexa a palabra, pero eu penso que sí que houbo un continuo avance harmonizado do galego en tódolos sectores da sociedad axudado en moitos casos con importantes subvencións por "utilizalo". Onde quizáis non se traballou a reo foi no "empregalo" e ahí hai moito recorrido pero con sentidiño :-)

Anónimo dijo...

que apañe, asi aprende a non firmar todalas conachadas que lle poñen diante,
non hai liberdade? o castelan en perigo?
primos de Raxoi que se rompe Hespaña!!
a dereita segue a facer coma sempre un discurso pra os parvos a ver se pican, agora ata sodes galeguistas, jajaja