Primera víctima del absurdo

A través de la prensa de hoy me informo de la primera denuncia formulada contra un ciudadano debido a la mal llamada Ley Antibotellón por beber con tres amigos más en vía pública.

Los hechos de la denuncia son parte de la medida que estaba investigando a través de algunos amigos.

No sé este fin de semana, pero puedo asegurar que durante el primero había un montón de agentes de la policía local y nacional que no se habían leído la normativa y la aplicaban de oídas. ¿De quién es aquí la responsabilidad señor Guillerme?

Porque todavía no doy crédito a como han podido denunciar (o hacer propuesta de sanción) a este señor (he aquí la clave de todo el asunto, topar con una persona con cierto bagaje) que se "resistió" a seguir las indicaciones de los agentes, según explicó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, el nacionalista Guillerme Vázquez.

Esto es de una enorme gravedad porque el propio Concejal de Seguridad Ciudadana, en rueda de prensa, engaña sobre el contenido de la normativa a sus ciudadanos. Ya puede probar el Concello que cuatro personas tomándose unas copas estaban alterando la convivencia ciudadana (al parecer no hubo denuncia vecinal niguna) o en medio de una concetración masiva para beber alcohol (4 amigos) porque de lo contrario el ejercicio de absurdo, al que debo verme casi obligado a leer en la prensa, ha alcanzado cotas inimaginables.

Nunca pensé que aplicaras esta frase escrita de tu puño y letra en un artículo de promoción interna, Guillerme: En democracia todo está permitido, menos o que non o está. Multa ao canto