La segunda edad contemporánea

La Segunda Edad Contemporánea es una iniciativa de Infonomía que promueve diversos proyectos destinados a explorar, describir e interpretar la realidad del mundo actual desde la óptica de la siguiente afirmación:


Somos los protagonistas involuntarios y accidentales de un momento singular de la trayectoria de la humanidad, un tiempo de cambios profundos que justifican la propuesta de inaugurar una nueva etapa en la cronología de la historia: la segunda edad contemporánea.


Han publicado el ensayo La Sociedad de la Ignorancia, que recomiendo a todos los usuarios de la red, y del que destacaría un trozo de su prólogo con el que comulgo:


El individualismo debe dejar paso a la individualidad, es decir, las personas hemos de actuar no como especimenes, si no como constructores sociales, aportando de forma crítica nuestros conocimientos a la organización de la especie

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas afirmaciones son discutibles. Está muy de moda este tipo de pensamiento pero siempre debe primar la libertad individual y el derecho a decidir tu propio camino. No caigamos en las tesis sociatas que terminan por imponer leyes que coartan la libertad del individuo.
Otra cosa es que debe jugar un papel muy importante la educación y la concienciación, nunca la imposición.

Sísar dijo...

De acuerdo con el comentario. Pero esta nueva revolución social que se está empezando a gestar bajo el paragüas de las nuevas tecnologías lleva implícito el desarrollo de nuestra individualidad y de ser realmente conocedores de nuestra fuerza.

Anónimo dijo...

Ya veremos como evoluciona toda esta "revolución". Un ejemplo muy claro de este pensamiento es el libro "el crah del 2010". Supongo que lo conocerás ya que está vendiendolo todo y en mi opinión, aunque estoy deacuerdo con un 60% de su razonamiento hay que tener mucho cuidado en poner tanto énfasis en la colectividad.
La colectividad tiene sin duda un valor escepcional cuando la democracia consigue ordenar el sistema sin que interfieran los grandes intereses. En eso han pecado todos os gobiernos.
De acuerdo con las reformas que vayan encaminadas en corregir estos errores pero insisto, miremos con lupa las imposiciones en favor de el supuesto bienestar general. Nos han impuesto la SGAE, nos han impuesto el canon, nos suben los impuestos, etc... La excusa siempre ha sido que con esto se combaten las injusticias, con lo otro se pagan las políticas sociales...
En nombre del colectivo se pueden hacer muchas cosas que siempre parecen justificadas y que en el caso de nuestro gobierno se traducen en derroches, compra de votos, gastos populistas de nula eficacia real y pago de favores.
¿A alguien se le ha ocurrido optimizar los recursos en lugar de seguir ahogando las economía?.