[Artículo publicado hoy en La Voz de Galicia, edición Pontevedra, en la página L15]
[Publicado en el Diario de Pontevedra del 16 de de Octubre en la página 26]
Han pasado ya más de dos años desde que Teresa Casal visitase, junto al arquitecto municipal Ángel Velando y el arqueólogo del Concello Xoán Carlos Castro, el teatro romano de Zaragoza, los restos arqueológicos en la plaza de la Seo de la misma ciudad, o la plaza del Rey de Barcelona, en busca de ideas para la musealización de los restos hallados en la Plaza Valentín García Escudero.
De dicho viaje se estableció que los restos debían conservarse bajo cubierta y que se encargaría un concurso de ideas para musealizar el yacimiento. Un viaje del que no transcendió su coste para el erario público y en el que a la vista de los sucesivos acontecimientos resultó ser innecesario.
Desde entonces se ha ido sucediendo diversos episodios que denotan la inmadurez de la talla de alguno de nuestros políticos. Y también la de algún técnico municipal del que hay que empezar a poner nombre (siento que en este caso sean ustedes los aludidos) a la vista de la repetitiva excusa, ¡tantas y tantas veces escuchada por boca de los que nos gobiernan en esta ciudad! -“fixen o que os técnicos me dixeron”- sin que nadie se atreva a rebatirles.
Pues bien, el concurso se ligó a la aprobación de los presupuestos del año 2008 para poder adjudicar ese mismo año su construcción, lo cual no se pudo producir hasta mediados de ese año que fue cuando por fin pactaron dichos presupuestos (que, por cierto, 16 meses después siguen vigentes e inamovibles).
Llegó el concurso y el proyecto, valorado en 4,5 millones de euros por los técnicos municipales, recibe 82 propuestas llegadas de todo el mundo que son despachadas en poco más de 12 horas por un jurado de técnicos presidido por Teresa Casal. La rapidez fue calificada de “bochornoso” por varios de los participantes debido a la complejidad y requisitos exigidos.
Como de costumbre la propaganda del Concello no tardó en empezar a funcionar y se organizó una exposición, se encargaron cientos de trípticos y se realizaron unas jornadas de arqueología. Todo, con tal de ocultar que no se podía empezar la obra por no disponerse de asignación presupuestaria.
Ahora, sin haber iniciado ni siquiera la obra y sin que hayan aparecido nuevos condicionantes el coste del proyecto se dispara, de repente, hasta los 8 millones de euros. La propaganda del Concello ya ha empezado a publicitar las reuniones de Teresa Casal con el Subdirector General de Museos y con la responsable del 1% Cultural de la Administración Central.
Dejo el resto de las conclusiones para los lectores.
Han pasado ya más de dos años desde que Teresa Casal visitase, junto al arquitecto municipal Ángel Velando y el arqueólogo del Concello Xoán Carlos Castro, el teatro romano de Zaragoza, los restos arqueológicos en la plaza de la Seo de la misma ciudad, o la plaza del Rey de Barcelona, en busca de ideas para la musealización de los restos hallados en la Plaza Valentín García Escudero.
De dicho viaje se estableció que los restos debían conservarse bajo cubierta y que se encargaría un concurso de ideas para musealizar el yacimiento. Un viaje del que no transcendió su coste para el erario público y en el que a la vista de los sucesivos acontecimientos resultó ser innecesario.
Desde entonces se ha ido sucediendo diversos episodios que denotan la inmadurez de la talla de alguno de nuestros políticos. Y también la de algún técnico municipal del que hay que empezar a poner nombre (siento que en este caso sean ustedes los aludidos) a la vista de la repetitiva excusa, ¡tantas y tantas veces escuchada por boca de los que nos gobiernan en esta ciudad! -“fixen o que os técnicos me dixeron”- sin que nadie se atreva a rebatirles.
Pues bien, el concurso se ligó a la aprobación de los presupuestos del año 2008 para poder adjudicar ese mismo año su construcción, lo cual no se pudo producir hasta mediados de ese año que fue cuando por fin pactaron dichos presupuestos (que, por cierto, 16 meses después siguen vigentes e inamovibles).
Llegó el concurso y el proyecto, valorado en 4,5 millones de euros por los técnicos municipales, recibe 82 propuestas llegadas de todo el mundo que son despachadas en poco más de 12 horas por un jurado de técnicos presidido por Teresa Casal. La rapidez fue calificada de “bochornoso” por varios de los participantes debido a la complejidad y requisitos exigidos.
Como de costumbre la propaganda del Concello no tardó en empezar a funcionar y se organizó una exposición, se encargaron cientos de trípticos y se realizaron unas jornadas de arqueología. Todo, con tal de ocultar que no se podía empezar la obra por no disponerse de asignación presupuestaria.
Ahora, sin haber iniciado ni siquiera la obra y sin que hayan aparecido nuevos condicionantes el coste del proyecto se dispara, de repente, hasta los 8 millones de euros. La propaganda del Concello ya ha empezado a publicitar las reuniones de Teresa Casal con el Subdirector General de Museos y con la responsable del 1% Cultural de la Administración Central.
Dejo el resto de las conclusiones para los lectores.
4 comentarios:
Mima, cartas propias de Cesar Abal jaja
Sigues siendo un maestro en política local, y en esto no te gana nadie, ni hoy ni mañana. Esta es la diferencia entre los que están en política para servir y los que solo están para ser consejales.
Saludos Abal
Boas Sísar! Hai días que lin a nova no xornal (non lembro se na edición local de Pontevedra de La Voz ou no Diario de Pontevedra) e lin totalmente abraiado que o custo da Museo serían o dobre do estimado inicialmente.
Quería preguntarche, porque coido que ti o saberás, como funcionan a convocatoria ou concurso dunha obra municipal, cales son os pasos, e valoracións. Pregúntome que se a susodita empresa tivo que pasar por un concurso público para obtención da licencia de obra, tería que reunir uns requisitos, e valoralos, ¿non? Sen dúbida, supoño, valorarase positivamente que o custo da obra sexa o menor posible... E agora a miña pregunta: se unha empresa di que lle custará facer unha obra (neste caso un museo) 4 millóns, pero logo (cando xa gañou o concurso) di que costará 8, ¿non se lle pode rebocar a concesión da obra? E algo que sempre me pregunto (porque pasa a nivel local, autonómico e nacional).
Un saúdo!
Cada concurso ten as súas bases. Que a obra se dispare desta maneira sen iniciarse e sen aparecer novos condicionantes é digno de Expediente X. Como dicía aquela famosa presentadora do Un, dos tres!! "Hasta aquí puedo seguir leyendo"
O de rebocar a concesión ó descoñezo. A ver se alguén nos pode axudar.
E que imaxina que un dos factores a ter en conta pra valorar e puntuar a concesión dunha obra pública é o orzamento que oferta a empresa a contratar. ¿non sería ilegal mudar despois dito orzamento? Digo eu...
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