Sobre el partido de la Selección Gallega

Parece ser que este año, debido a la actual situación económica, no se jugará el ya tradicional partido de la Selección Gallega en las fechas navideñas. El dinero se conseguía a través de la Fundación para o Deporte Galego, creada en el año 2001, que se encargaba de buscar patrocinadores como Gadis, Caixanova o Estrella Galicia entre otros.

Obviando intencionadamente su utilización para autopromocionarse sectores independentistas del nacionalismo gallego, creo que se debe hacer un esfuerzo conjunto para mantener su realización y evitar casos bochornosos como el de Galicia-Camerún.

Estamos ante una excelente oportunidad de homenajear a todos nuestros hermanos gallegos emigrados por el mundo adelante.

¿Qué coño hacíamos jugando contra Camerún o Irán? El fútbol es una herramienta para unir países y personas y así se entendió en la europa de la postguerra al crear la Copa de Europa.

Hoy se puede devolver el fútbol a sus orígenes y servir de unión entre Galicia y esos países que acogieron estupendamente a nuestros ancestros.

Según último censo electoral todavía hay el siguiente número de gallegos en estos países:
Venezuela: 32.800
Brasil: 28.688
Cuba: 8.764
Argentina: 115.377
Urugay: 28.280
Mexico: 7.668
USA: 9.332
Alemania: 13.382
Suiza: 29.176
(etc. etc. etc.)

Una relación que pervive en la memoria colectiva de toda Galicia. El fútbol es solo la excusa que sirva de puente para rememorar como los gallegos se organizaron en centros culturales y mutualismo (aquel primero fundado por el periodista Waldo López Insua en la Habana en 1879 y que fue el germen de los demás centros gallegos por toda sudamérica) que más adelante sirvieron para financiar el desarrollo de varios proyectos importantes en Galicia.

El fútbol, no nos equivoquemos, mueve masas, llena las audiencias de las televisiones y es el mejor medio para mantener viva esa llama de nuestra historia que hoy en día se invierte, al pasar esos países de receptores a emisores. Algunos quisieron convertirlo en lo que no era, pero ahora se puede hacer un bello acto de hermanamiento y promoción cultural.