La historia os juzgará

Cuando dentro de unos lustros nuestros hijos se pregunten de quien fue la brillante idea de ubicar en el corazón de las Rías Baixas, enfrente a la Isla de Tambo, en el enclave escogido en su día por Montero Ríos, de un monumental excalextrix viario no sabremos que responderles, al igual que hoy día nos sucede con la fábrica de ENCE.

Acusaremos a la clase política de la época intentando salvaguardar nuestra imagen. Hoy día, todos somos responsables del silencio ciudadano ante la mayor atropelía que se va a acometer en nuestra ciudad en décadas. Estamos asistiendo a la hipoteca de por vida de toda la fachada marítima de Lourizán, mientras los okupas del Concello dedican su tiempo a repartir panfletos cuan comunismo del siglo pasado, para convencer al pueblo de que se manifieste contra un Hospital Nuevo Público, que dotará a Pontevedra de uno de los centros más avanzados de Europa.

Lo importante para esta gente no es Pontevedra y sus ciudadanos, es mantenerse en la poltrona del poder a costa de cualquier cosa y para ello no dudan en intentar levantar a la ciudadanía una y otra vez contra el Partido Popular al ver reflejadas en las encuestas el movimiento de sus sillones.

Pensáis que las elecciones de Mayo de 2011 servirán de jucicio y no es así. Será la Historia la que os juzgue y os acuse de permitir esta aberración en pleno siglo XXI. No habrá colores políticos, seréis recordados por vuestros nombres, uno por uno quedará en la memoria colectiva de esta ciudad. Estáis a tiempo de redirigir todo ese esfuerzo inútil hacia una noble causa, llendo todos de la mano, haciendo que Fomento (Pepiño Blanco) sienta el calor y presión de una ciudad entera que no quiere ser de nuevo vapuleada.

Es la hora de que todos aquellos que quieren aspirar a la alcaldía de Pontevedra peleen por su ciudad. No me sirve un partido que ahora permanezca callado o no se movilive por este histórico error. Si es verdad eso de que Pontevedra por encima de todo hay que demostrarlo ahora, dejando cada gota de sudor en el intento.

Estamos a tiempo. Lo ruego.