¡Cómo nos han engañado! XXIII

Cuando Alejandro de la Sota proyectó un pabellón polideportivo para Pontevedra ya era un maestro consagrado de la arquitectura moderna española. Este edificio muestra la capacidad creativa de su arquitecto y su característica manera de encarar el proyecto: responder al problema planteado a través de una idea luminosa y, después, resolverlo con el gesto más elemental posible Aquí la idea era la creación de una caja inundada de luz, anónima y silenciosa, y el gesto que le da forma es una estructura elegante y delicada, que permite crear un efecto de ingravidez de la malla espacial de cubierta.

El pabellón de Sota pagó caro el entusiasmo de su autor y las carencias tecnológicas con las que tuvo que enfrentarse la construcción. Los problemas fueron numerosos: falta de aislamiento, deficiente ventilación, condensaciones y humedades. Pero todos estos problemas podrían haber sido solventados sin violentar su arquitectura.
Fernando Agrasar
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En 1984 Rivas Fontán encarga subasanar estas deficiencias al propia Alejandro de la Sota pero se encuentra con la negativa de los técnicos municipales de la época, quizás por celos o a por falta de perspectiva para apreciar la grandeza de su obra.
La polémica se resolvió con la Junta de Gobierno del Pabellón encargando la reforma al Ingeniero Municipal Enrique García Quintela, una persona que nunca estuvo a la altura ni de lejos de sus antecesores. El Colegio de Arquitectos de Galicia presentó un recurso intentando evitar la desfeita pero no llegó a prosperar.

Nuestros políticos, ya con la perspectiva que da el tiempo se dieron cuenta de tamaño error y se propusieron recuperar su aspecto original. El primero que lo hizo Juan Luis Pedrosa en 1.999 que lo prometío en caso de llegar a la alcaldía, cosa que no ocurrió quedando nuevamente en el olvido este proyecto.

Pero llega Agosto de 2007, con un Lores gobernando todavía en solitario (en Septiembre por fin se pactaría a espaldas de los ciudadanos el acuerdo de gobierno BNG y Psoe) cuando anuncia la revalorización del Pabellón de los Deportes encargando un concurso de ideas restringido a profesionales de renombre especializados en De la Sota. Dicha idea iba además incluída en su programa electoral Mil ideas máis.

No importa las ideas que tengas, tan solo las que eres capaz de llevar a cabo.

Lores tras el enorme éxito del Proyecto de Telmo Martín A Nova Pontevedra (el más votado en la historia de unos comicios locales en Pontevedra), necesitaba presentarle a la ciudadanía proyectos para reafirmarse en su puesto.

Su propuesta llega a la Xunta del bipartito a través de una pregunta de la pontevedresa Pilar Rojo obteniendo el total apoyo de la Consellería de Cultura e Deporte, en manos de la nacionalista Ánxela Bugallo (
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Esa Consellería contaba además con Luis Bará (concejal nacionalista de Pontevedra que se presentó con ese idea en su programa) como Director director general de Creación y Difusión Cultural.

4 años después y a 2 años del centenario de su nacimiento en Pontevedra, seguimos esperando por esa puesta en valor del Pabellón de los Deportes en un enclave privilegiado a orillas del Lérez que será el icono arquitectónico del bulevar que unirá A Illa das Esculturas con la Xunqueira de Alba, con una gran terraza mirador en su frente ganada gracias al nuevo estacionamiento subterráneto que se quiere hacer en ese solar deteriorado que ahora mismo solo sirve para aparcar coches. Seguro que de la Sota esí lo hubiera deseado.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

quien va a hacer ese trabajo¿David Cal?, ¿no te cayó el alma los pies escuchandolo en el debate del mercantil?, ¿no defenderias tu mejor las propuestas de tu parido que el?, ¿ese es vuestro concejal de deportes?, ¿entró alguna vez en ese pabellön del que hablas?, ¿fué alguna vez a alguna de las instalaciones deportivas municipales?, ¿sabe sus carencias?.
Si no se hizo la reforma del pabellón es por que el presidente de tu partido en la provincia, triplicó el presupuesto de Pasaron e hipotecó la inversión en deporte en los proximos años, y no dimitió, ni cesaron a nadie.
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