Gracias a todos

Ayer comenzó una nueva etapa en mi vida. Lo que empezó como un hobbie para dar salida a todas mis inquietudes poco a poco se fue convirtiendo en algo más serio y comprometido. Han sido 6 años en los que he dejado más de 1.700 artículos, conocido gente maravillosa y departido con todo aquel que ha querido tener un debate sosegado.

Ahora me toca asumir, en la oposición, la representación y servicio al ciudadano en el Concello de Pontevedra dentro de las filas del Grupo Popular. Espero que esto no sea un hándicap para quienes confían en mí. En la política municipal sinceramente poco importan las siglas y sí la persona. Una buena idea que mejora tu ciudad no está sujeta a debates ideológicos por mucho que nos lo intenten vender de otra manera.

Entro con la idea de aportar todo lo que llevo dentro. Sabiendo que como mucho en tres años otros continuarán, y que esto es un servicio que quiero hacer por Pontevedra antes de iniciarme en otros retos personales y profesionales. Nadie puede ni debe pretender instalarse en un Concello tánto tiempo: se pierde dinamismo, entusiasmo y reflejos ante los nuevos modelos de gestión que están surgiendo y que otras ciudades ya están aplicando.

Ultimamente me he acostumbrado a escribir mucho y hablar poco. Ahora toca todo lo contrario y sé que voy a necesitar un periodo de adaptación hasta obtener la soltura necesaria. Por ello pido un poco de paciencia de antemano.

Desde que abrí este blog una frase siempre me ha acompañado en el pie de página. Es una parte del discurso de Nelson Mandela el día que fue investido presidente de Sudáfrica, el 10 de Mayo de 1.994. Ha sido una inspiración constante en muchos momentos de soledad en la red y quiero despedirme con ella aprovechando una escena que recoje la película Coach Carter.