Efectos de los destrozos en Las Palmeras

Bancos arrancados de sus anclajes, contenedores de basura sobre los parterres, lonas cubriendo las zonas de césped recién plantado, papeleras rotas, ramas tronzadas, ingentes cantidades de basura, colchones abandonados... No es la descripción de un área degradada o de un vertedero ilegal. Es el estado en el quedó el parque de As Palmeras -en pleno centro de Pontevedra- después de la semana de fiestas; especialmente en el lateral que comparten la delegación de Educación y la Diputación y en la parte trasera del Pazo Provincial. Es decir, donde se ubicaban los vendedores ambulantes.

La edila responsable de parques e Xardíns, Celia Alonso, recorrió ayer la zona y no ocultó su malestar. «É que despois do traballo que pasaron os servizos municipais para recuperar este parque, da verdadeira mágoa velo así», lamentó. Fueron meses de trabajo para conseguir césped verde en las zonas más sombrías del parque, que ahora hay que replantar.

Preguntas

¿Es el precio que hay que pagar por tener las fiestas en el centro de la ciudad? ¿Puede haber de fondo un conflicto de intereses entre el BNG (en cuya competencia figura la organización de las fiestas) y el PSOE (sobre cuyo equipo recae el cuidado de parques y jardines)? Son preguntas que ayer quedaron en el aire y sobre las que Celia Alonso no opinó. Si acaso, se limitó a afirmar que la concejala responsable de Fiestas (la nacionalista Anxos Riveiro) «coñece o tema.


¿Y el olor? A mí personalmente me parece un asco como ha quedado todo. Yo recuerdo que en verano siempre jugaba en la Alameda con mis amigos-vecinos (menudos partidos de fútbol que nos marcábamos) y ahora hay unos 10 días de verano en donde los niños de ahora mejor que no pasen por delante de las casetas. No me parece el aspecto correcto del centro de la Capital en estas fiestas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero q tonterías dices, q quiten tambien las Peñas de la zona por esa regla de tres no?

Sísar dijo...

Esta gente está realizando una actividad económica y obteniendo un beneficio gracias a los servicios y espacio que el Ayuntamiento le presta. La comparación no es posible.