Simplex Coetus es una ONG que nace con el ánimo de contribuir al crecimiento social y económico de las personas más necesitadas de los países poco desarrollados, a partir de su esfuerzo personal y del fruto de su propio trabajo. Compartiendo las mayores posibilidades económicas para que también otros desarrollen su dignidad humana y crezcan en principios y valores. Ayudan a que las comunidades exploten todo su potencial en su propio benefecio. No dan dinero, enseñan a ganarlo mediante el aprovechamiento de recursos y capacidades, planteando y llevando a cabo proyectos empresariales integrales.
En Pontevedra la presentó y dio a conocer un colaborador y amigo personal como Gregorio Andión. Ahora nos hacen llegar este testimonio desde el corazón de Perú que a continuación reproduzco y hacen un llamamiento a la solidaridad poniendo una cuenta a disposición de todo aquel que quiera contribuir por esta causa especificando bien que es para LOS DAMNIFICADOS DEL TERREMOTO DE PERU.
0049 0379 38 2010044764
Para e a todo aquel que desee conocerlos indicarles que, con motivo de la 7ª MOSTRA MARE de COMBARRO, estarán con un stand desde el día 22 hasta el 26 de Agosto en el que mostrarán los productos que tienen hasta la fecha
Hola:
Como todos ya saben, un terremoto azotó el Perú el miércoles pasado. Esta experiencia es muy difícil de describir, una experiencia traumática. Son los minutos más largos, tu corazón late a mil, las fuerzas se te van y por más seguridad que quieras encontrar, pues no la hay… solo piensas en que termine ya, luchas porque el terror no te gane pero es más fuerte que uno. (...) Yo vivo en la ciudad de Lima y en una zona cuyo terreno es fuerte y construcciones sólidas, pero no dejó de ser traumático para mi y para todos los que lo vivimos… escuchar que la tierra se estremece, ver y sentir el fuerte movimiento del piso, los árboles y postes moviéndose, pensar en tus seres queridos, ver a la gente en pánico total… Cuando por fin llega el silencio, pasa el momento de terror, comienza la angustia… quieres saber de tus seres queridos, quieres escucharlos decir “estamos bien” pero las líneas telefónicas están muertas… ahora tratar de calmarse y a esperar noticias, respiras hondo y piensas “ya pasó”, te preguntas “¿dónde fue el epicentro, cuáles son los daños, qué magnitud ha tenido?” guardas la esperanza que no hayan grandes daños, piensas en los pueblos jóvenes, en las personas que habitan viviendas de débil armazón… quieres saber que pasó, pero el corte de las comunicaciones hace más larga la espera, todo es un caos, todos estamos desconcertados… Mientras esperas por noticias, tu cuerpo sigue temblando, el temor aún te controla, y es una lucha interna muy grande para no perder la calma y poder ser útil, ¡Que difícil! Los noticieros comienzan a dar los primeros informes, aún no tienen información oficial, no saben decir aún donde fue y cuanto daño hubo… solo sabemos que se sintió en toda la república y seguimos intentando ubicar a nuestros familiares…
Han pasado ya 4 días y la tierra aún sigue temblando, ha habido más de 400 replicas y hemos percibido cerca del 10% de ellas. Si bien estamos algo acostumbrados a los temblores, aún estamos muy sensibles… Cuando parecía que las replicas se iban calmando y uno conseguía relajarse, hoy por la tarde sentimos un fuerte remesón que revivió los recuerdos de este pasado miércoles… Esta experiencia me ha dejado sensible a cada ruido y movimiento, ya no sabes si es tu cuerpo que tiembla por los nervios o si efectivamente la tierra nuevamente esta temblando, cuesta relajarse y conciliar el sueño ¿Cuándo van a parar? No lo sabemos… esperamos sea pronto
Pues bien, pienso en mi experiencia que gracias a Dios no fue de consecuencias trágicas pero si traumática y me digo: “si yo siento todo esto, si el temor aún no me abandona, si estoy así de nerviosa y asustada, alerta ante cada ruido o movimiento, y teniendo gracias a Dios a mi familia sana, vivienda, abrigo, alimento, ¿Cómo se sentirán las personas damnificadas? Es realmente desolador, es trágico, sientes que tu corazón se encoge de la tristeza, la impotencia y frustración te invade… son más de 500 muertos, miles de heridos y que decir de los damnificados, Ica, Pisco, Chincha y pueblos de los alrededores han colapsado, la destrucción se estima en el 70%, miles de personas precisan de nuestra ayuda. El Perú y la comunidad internacional se han levantado, hemos despertado y estamos colaborando con nuestros hermanos, tratando de aliviar un poco este sufrimiento tan grande de perder de manera trágica a tus seres queridos y verte de la noche a la mañana con tu ciudad entera destruida, en escombros, sin nada que te cobije, sin alimento y agua para tus hijos. No solo los organismos estatales e internacionales han despertado, sino cada ciudadano, pobres y ricos están colaborando. Pero en casos de tragedias como esta, la ayuda siempre es poca.
Esta tragedia ha despertado en mi muchas preguntas: ¿Por qué tanta desigualdad?, ¿Por qué los que menos tienen, son siempre los que más pierden? ¿Por qué esperamos que sucedan las tragedias para reaccionar? ¿Por qué no hacemos algo antes? Si bien es un desastre natural y no hay forma que podamos evitarlo, si podemos aliviar en algo sus consecuencias, muchas vidas se hubieran salvado si muchas de esas familias contaran con medios para levantar construcciones más fuertes, no casas de naipes que los albergan del frío pero que al mismo tiempo les quitan lo más preciado: la vida. Es un tema social bastante complicado, que si bien la presencia del estado es importante, también nos atañe a cada uno de nosotros,
colaborando cada día a cambiar el mundo con cada pequeña acción, cada acción es importante, aquí es cuando los valores entran a tallar, la solidaridad, el respeto, el compromiso, la responsabilidad… pareciera que se están perdiendo, pero hoy los peruanos tuvimos una gran remecida que nos hizo despertar, espero que sea el comienzo del cambio… y no nos volvamos a dormir
Desde lo sucedido, es imposible dejar de pensar en el terremoto, en el horror de esos minutos y la desolación en que hoy viven los damnificados… niños y ancianos, familias durmiendo a la intemperie, sin abrigo y alimento, con el gran dolor de haber perdido a sus seres queridos y con el gran temor que tiemble otra vez la tierra… muchos no encuentran aún a sus familiares, hoy estas personas requieren mucho de nuestra ayuda, falta agua, alimentos, medicinas, abrigo, colchones, carpas… la ayuda esta llegando, pero aún no es suficiente…
Por ello, estuve pensando y hoy se los propongo… aunque el fin de nuestra organización no radica en las donaciones y en la caridad, pues si en luchar por la desigualdad y en ser solidarios… para ser solidarios no hay distancias, contribuyamos a aliviar en algo el sufrimiento de nuestros hermanos y llevémosles esperanza, que sientan que no están solos… Aún hay muchos lugares a los que no llega ayuda, pueblos alejados de difícil acceso porque las carreteras han colapsado… Que sea un aporte voluntario, en la medida de nuestros recursos; con ello aquí podríamos preparar la logística y hacerles llegar colchones, mantas, abrigo, agua, alimentos, medicinas, etc. es cuestión de organizarnos. Les pido, hagamos una cadena y reenvíen estas líneas a sus conocidos, juntos podemos lograr mucho. Se que tardará unos días el organizar toda la logística, pero reconstruir los pueblos tardará meses, para ayudar nunca es tarde…
Un abrazo
Graciela Mendívil
Simplex Coetus
Lima 20 de Agosto 2007
NOTA DE LA ORGANIZACIÓN DESDE ESPAÑA:
HEMOS DISPUESTO UNA CUENTA BANCARIA PARA TODO AQUEL QUE QUIERA CONTRIBUIR ECONÓMICAMENTE:
CUENTA DAMNIFICADOS TERREMOTO PERU (Banco Santander) 0049 0379 38 2010044764
PARA AMPLIAR INFORMACION PÓNGASE EN CONTACTO CON LA ORGANIZACIÓN SIMPLEX COETUS EN EL TELEFÓNO DE ANA IRALA: 696 49 77 21
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Hace 3 semanas
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