Aunque rectificar dicen que es de sabios, en este caso lo veo como un disparate más en cuanto a planificación urbana.
Cuando aún se han instalado los bolardos (que ahora me entero que la gente los llamaba mosquerines debido a que fue el concejal Mosquera que fue el que decidió instalarlos contra viento y marea) en las últimas calles reformadas en esta ciudad, ahora de repente cambian de estrategia y dicen que no sirven, algo que la ciudadanía ha venido demandando durante mucho tiempo y con mucha movilización ciudadana.
Miles de firmas tiradas a la basura y ahora anuncian que serán sustituidos por otros de tubo de acero. Es decir, ¿cambiamos el granito por el acero? Esto me recuerda a cuando a algún iluminado se le ocurrió instalar los bancos de acero galvanizado que ya los están retirando.
No tiene ningún sentido llenar la ciudad de bolardos sean de granito o de acero. La calle Cobian Roffignac está impestada de ellos con la única finalidad de que los coches no monten a la acera. Al no haber suficiente policía local en esta ciudad parece que los ciudadanos de Pontevedra somos unos animales e invadimos las aceras con los coches. Debido a los cuatro incívicos de turno pagamos todos porque así se ahorran la partida presupuestaria correspondiente de tener más policía local.
Tiempo al tiempo con estos nuevos bolardos.
Grimorio Nórdico Para Aguzar Calabazas De Alcrebite
Hace 3 semanas
1 comentarios:
"impestada" incorrecto
"infestada" é o termo correcto...
jejeje, noutro orde de cousas, e como xa comentei no blogue de brugal, considero apropiada a decisión de retiralos, son perigosos.
un saúdo.
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