Sale hoy en La Voz pero era parte de un estudio que tenía pensado desde hace un tiempo, cuando quise tirar un objeto al salir de la Estación de Autobuses y no me encontraba ni una papelera. ¡En todo Eduardo Pondal conté sólo dos!
Se me han adelantado y la crónica de La Voz es bastante dura en la que, vaya por delante, coincido plenamente con su redactora Chelo Lago: Son un bien escaso en la ciudad, tanto que si fueran animales habría que declararlas especie en vías extinción. Un ejemplo sin papeleras es Joaquín Costa.
Presumimos de premio de accesibildad y nos hacemos la foto pero esa Reforma Urbana de la que tanto presume el Concello no tiene planificación ninguna y funciona a arrebatos de algún dirigente.
El más claro ejemplo es la calle Joaquín Costa, que en su primer tramo ha sido reformado y donde han puesto un nuevo pavimento en calzada y aceras, han plantado árboles ornamentales y han colocado nuevas farolas, pero ni una sola papelera. Como papelera alternativa los viandantes vienen utilizando el escaparate de un comercio, situado en el número 32 de la calle y cerrado desde hace tiempo. Allí, dentro de la verja de acceso a su escaparate se acumula basura de todo tipo, sin que nadie haga nada por evitarlo.
Por cierto, resulta chocante que antes de la reforma urbana, cuando las aceras eran minúsculas, las papeleras eran cilíndricas y grandes, y ahora, con mucho más espacio para los peatones, ese mobiliario se ha vuelto inversamente proporcional, reduciendo su capacidad de forma notoria.
Hay muchos casos más como el de los contenedores que estuvieron año y medio al final de Gutiérrez Mellado en el cruce con Riestra ejerciendo de muro de separación. Vosotros seguro que conocéis muchos casos más. Yo sólo os dejaré uno más que es parte de la denuncia que estaba preparando: Contad cuantas papeleras hay y cuantos contenedores. El resultado es muy sorprendente.
The English Really Suck At Beaches
Hace 1 día
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