Molinos de viento


Antonio Ligero, delegado sindical en Ence, me ha hecho llegar este artículo que aparecerá entre hoy y mañana y diferentes medios.

Después de tres generaciones de lucha por el mantenimiento de la actividad industrial en Lourizán, siendo la mayor empresa en cuanto a creación de riqueza y empleo para todo el entorno pontevedrés, defendiendo nuestros honrados puestos de trabajo contra tirios y troyanos, apoyando económicamente a toda clase de entidades culturales y deportivas, blanqueando la celulosa con la tecnología más limpia de la tierra hasta ahora conocida, eliminando la carga contaminante de nuestros efluentes, por debajo de lo exigido por las leyes más restrictivas, siendo en el momento actual de las mejores en depuración de aguas del mundo, a pesar de todo, nos quieren cerrar.

Se intentó traer millonarias inversiones como la de la papelera Georgia Pacific, frenadas por recursos inconsistentes de la APDR y del propio Ayuntamiento, que por culpa de la lentitud de la Justicia en resolver el decreto de la supramunicipalidad no llegaron a ver la luz, desviando así hacia los navarros que la acogieron con los brazos abiertos esa fuente de ingresos tan necesaria en los tiempos que corren.

Y sin embargo nadie culpa, ni se exigen responsabilidades a esos hechiceros impíos, que fueron capaces de sacrificar a miles de inocentes, en una ciudad de oídos de piedra construida a base de mentiras.

Esos mismos hechiceros ya instalados en el poder, viendo que sus falacias no sirvieron a lo largo de años, contra el trabajo, la imaginación y el saber hacer de un colectivo, firmaron el pacto de gobierno más vergonzoso que imaginarse uno pueda, como es el acabar con esa empresa sin importarles las razones, ya que no lo han podido hacer legalmente, han argüido la fórmula más sibilina para cumplir su capricho, inundando con dinero de todos al empresario para provocar ese cierre, sin importarles la devastación que pueda quedar atrás. Ese dinero ordeñado en forma de megavatios de las concesiones eólicas, manejado maquiavélicamente, servirá para que Pontevedra se quede sin recursos a lo largo de años en beneficio de otros lugares más próximos a los mandatarios. Y no es cierto que sea el empresario el que en última instancia decide donde va a poner la nueva ENCE, sino los políticos que autorizan donde. "Que fácil es vivir con los ojos cerrados interpretando mal todo lo que se ve" decía John Lenon.

Por eso hago un llamamiento en primer lugar a los obreros, seguidos de sus comités respectivos y respaldados por todos los sindicatos. Es la hora de levantarse y movilizarse, contra esos políticos miopes, lanza en ristre, arremetiendo como antaño lo hiciera D. Quijote contra los molinos de viento, nosotros tendremos que seguir su ejemplo sin importarnos dar con los huesos en tierra, para defender nuestro puesto de trabajo en Pontevedra, nuestra calidad de vida y convertir esta ciudad en la capital forestal y papelera de Europa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda es un artículo muy bien redactado, por algo es el delegado sindical... Yo prefiero no dejar mi comentario al respecto y si ofrecerte un enlace a un documento hablando también de la problemática ENCE (para que tus lectores saquen sus propias conclusiones) :)
Un saludo.

Sísar dijo...

Se agradece un comentario sereno y sensato como el tuyo Esperón.

Le he echado un vistazo y Antón dice más de lo mismo.

Yo te remito también a otro artículo de Néstor http://lascosasdenestor.blogspot.com/2008/03/achicame-ese-pescado-ii.html