Propuesta para el Premio Ciudad de Pontevedra

En la categoría de persona física, y a título postumo, la Asociación Turoqua a través del escritor y amigo personal del candidato, Alexander Vórtice, propone la figura de Don Juan Vidal Fraga para el Ciudad de Pontevedra 2009. Ésta es la memoria justificativa entregada hoy en el Registro del Concello de Pontevedra.

Juan Vidal Fraga (Cambados 2 de diciembre de 1936, Pontevedra 19 de junio de 2009).

No fue únicamente un abogado sumamente importante en la ciudad de Pontevedra, donde ejercía como tal en el cruce de las calles Joaquín Costa y Peregrina; sino que también fue un político destacado y sumamente comprometido con Galicia y sus gentes. Fue candidato al Senado en el año 1977, justamente en una etapa de Cortes constituyentes. Perteneció al Partido Popular Gallego-Partido Gallego Socialdemócrata, al CDS, y en la recta final de su vida se presentó a la alcaldía de Pontevedra por “Los Verdes”.

Con sumo ímpetu de innovación y esfuerzo por y para la ciudadanía, Juan Vidal se esforzó también como columnista, colaborando con El Correo Gallego y El Diario de Pontevedra, donde dejó la huella de su pluma hasta el final de su vida. Puede decirse, sin lugar a dudas, que Juan Vidal se constituyó como un filósofo con ánimo de ayudar al semejante; como gran tertuliano, perteneció a la ya extinta “bohemia pontevedresa” de las décadas de los 70 y 80, periodo en el que ostentó el cargo de Presidente del Ateneo de Pontevedra; era fácil encontrarse a Juan Vidal en cualquier esquina de esta ciudad dialogando con suma tolerancia con cualquier persona que se le acercase, y su figura quijotesca ha sido y aún es una imagen imborrable y admirable que muchos hemos visto por las arterias de esta ciudad.

Vivió, platicó y expresó lo que tenía que expresar sin miedo alguno. Adicto al ajedrez y enamorado de la verdad y la equidad, en los últimos años de su vida se vio rodeado por un sinfín de rostros jóvenes, con los que conversaba y escuchaba muy atentamente; puede decirse, pues, que, pese a ser ya un hombre experimentado, la ideología que reinaba en su interior era una ideología juvenil, incontrastable y tolerante, amiga de cualquiera que tuviera tiempo para estar con él.

Juan Vidal Fraga, a nivel personal, será siempre recordado como un espíritu libre y, ante todo, como una buena persona. Un ser extraordinario que ayudaba sin contemplaciones a quien lo necesitase. Su fallecimiento supuso una especie de Shock no solo en su amada ciudad de Pontevedra, sino en toda la Provincia. Sus trazos de ideales puros todavía pululan por el aire de Pontevedra; su pipa y su mirada de persona limpia y dialogante continúa apareciéndose aún después de muerto, porque Juan Vidal, al igual que los espíritus que no son vulgares, nos ha dejado un legado difícil de superar por nadie.

1 comentarios:

santano dijo...

Algunos privilegiados fuimos alumnos de D. Juan Vidal Fraga, yo con 9 ó 10 años en el Colegio Estudio. Nos daba clases de Ajedrez, fantástico. Realmente, con nuestra infantil sabiduría, lo calificábamos de filófoso, creo que no andábamos tan despistados.
Años despues, muchos, lo ví en Pontevedra y lógicamente no me reconoció hasta que le dí una pequeña pista, mi respuesta a una pregunta de un examen suyo.
Sonrió y me llamó por mi nombre.
Estuvimos hablando un par de horas con varios cafes en medio.
Un tipazo, ojalá algo de él nos quede a todos sus alumnos.