El pasado lunes tuve que desplazarme hasta una ciudad chilena ubicada en la VIII Región. Por el camino me encontré con un tramo cortado de la Ruta 5, debido al terrible terremoto que azotó este país el pasado sábado, por lo que nos tuvimos que desviar por unos 100 km. a través de la antigua Ruta de la Madera.
En ella me encontré con esta planta de Celulosas y me detuve a observarla, justo en el preciso momento en el que un técnico salía alcanzando a conversar con él. Resulta que extraen el agua del río Mininco que se encuentra a 35km. y su ubicación dista de más de 150km. de la Costa del Pacífico. Tiene 15 años de antigüedad y no entienden que es eso de los malos olores.
En definitiva, que ni tiene que estar al lado del mar ni los olores son ya un problema. Recordé con mucha rabia todas las gilipolleces vertidas durante años por políticos interesados en votos y no en el futuro de Pontevedra. ¿De qué tenemos miedo? Hay que quitar del corazón de las Rías Baixas a ENCE, pero ahora que tenemos unas tecnologías de siglo XXI no podemos permitir que se marche de nuestra comarca.
[Actualizado 22:00h. Acabo de entrar en el blog de Rodrigo Cota y me he llevado una emoción tremenda. Pensaba no contar nada en el blog pero en cuanto pueda le dedico una entrada al seísmo. Muchas gracias Glub.]
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