¡Cómo nos han engañado! XIV

Cuando en todas las ciudades de Galicia (y España) se constituían mesas de trabajo para integrar las nuevas infraestructuras ferroviarias al paso por las ciudades, Pontevedra caminaba sola dirigida por el Almirante Mosquera que sabe más que nadie.

Hubo una propuesta del Partido Socialista de Pontevedra (de cuando todavía aspiraba a ser un partido independiente y no una comparsa del BNG) que es practicamente igual en financiación y recursos a la planteada por Telmo Martín. Decía así (VER):

El Grupo Municipal Socialista ha lanzado la idea de cubrir prácticamente desde O Pino hasta a A Seca, con una gran estación intermodal subterránea -con conexión para tren y autobuses- que sustituiría a las terminales actuales. El proyecto, apadrinado por el secretario local del PSOE, José Antonio García Lores, incluye asimismo un centro comercial para financiar la actuación con las plusvalías generadas.
La idea del Grupo Socialista había recibido asimismo el apoyo del coordinador del Grupo de Diputados gallegos en Madrid, Antón Louro, siempre que fuese técnicamente posible.

Pero el Almirante Mosquera hizo una reunión a solas con Magdalena Álvarez en donde nos vendieron. La Voz de Galicia de aquel fatídico día lo redactaba de la siguiente manera:

No habrá por tanto soterramiento de la estación, ni estación intermodal en Pontevedra. Fomento ha encontrado todo tipo de facilidades para pasar por el medio de Pontevedra de la forma más barata posible.

El transfondo de todo es la incapacidad manifiesta y complejos de unas personas que son incapaces de liderar cualquier actuación que requiera un esfuerzo de coordinación e impulso ante diferentes administraciones. Las demás ciudades de España fueron capaces de coordinar entes autonómicos, diputaciones, ayuntamientos y Ministerio de Fomento para aportar dinero y recalificar terrenos ferroviarios para viviendas y oficinas. Operaciones que se realizaron y se realizan a través de sociedades públicas que recogen las plusvalías obtenidas de estos terrenos para emplearlas en la construcción de las cubiertas de hormigón que tapan las vías (VER).

Los que ahora se presentan son cómplices de permitir que Pontevedra se convierta en una ciudad de segunda.