Leyendo el blog de Brugal con Cola, para mí el mejor espacio sobre Pontevedra en la blogoesfera, me encontré con un post inusual en su contexto ya que era una denuncia ciudadana en toda regla. Como va en la línea de lo que vengo diciendo desde que la mal llamada normativa antibotellón se aprobó (es una normativa para el descanso vecinal y regulación de consumo en menores) quiero hacerme eco de ella en este blog con el permiso de Brugal.
De los Ciudadanos de Segunda o los Jóvenes…
Retomando la breve anotación de ayer, rescato de nuevo las palabras textuales del concejal Mosquera sobre la ordenanza antibotellón en la Feira Franca: “Y una de ellas es precisamente la Feira Franca, por lo que durante ese fin de semana se permitirá el consumo de alcohol en el centro monumental”. Como veis, destaco “ese fin de semana” y es que lo que le ocurrió a un grupo de amigos el pasado sábado no tiene nombre. Os contaré la historia:
Después de conocer las anteriores declaraciones, estos se dispusieron a realizar el botellón. Mientras toda la zona vieja se inundaba de gente disfrutando de la Feira Franca, estos amigos, junto con un nutrido grupo de jóvenes, se colocaban en las inmediaciones de la plaza de Abastos, rodeados, a la vez, de varias mesas ataviadas de motivos medievales donde se celebraba la fiesta. Todo transcurría perfecto hasta eso de las 2 de la mañana, cuando un grupo de policías locales, en torno a la decena, se acercó a los jóvenes para pedirles que dejaran de hacer botellón y se trasladasen al lugar habilitado para ello, la plaza de Rosalía de Castro.
Los jóvenes, contrariados por lo que habían escuchado durante toda la semana sobre que la ordenanza no estaría vigente, procedieron, con todo respeto, a preguntar al agente de la policía local el cómo era posible que no se permitiese beber en la calle si se había hecho saber que durante los días de fiesta esto iba a estar permitido. Ante esto, el agente respondió: “Es que la Feira Franca concluyó a las 12 de la noche!!”. El grupo de amigos, todavía más contrariados y viendo que a sus alrededores personas ataviadas con trajes medievales y junto a las mesas donde momentos antes habían cenado, volvieron a realizarle una segunda cuestión al agente, señalando hacia un grupo de personas alrededor de una mesa: “Y por qué a ellos no les dicen nada??” El agente les respondió: “Es que ellos tienen una mesa y vosotros no”.
Ante tales respuestas y tal sin razón, este grupo de amigos, considerándose a sí mismos como ciudadanos de segunda categoría por no poder pagarse o no querer asistir a una mesa para cenar celebrando la Feira Franca, procedieron a retirarse de los alrededores de la plaza de Abastos dirigiéndose hacia el botellódromo de la plaza de Rosalía.
Cada uno que saque sus propias conclusiones, que no deben ser pocas. Alguno de vosotros se identifica con esta historia?? Alguien ve normal la actitud del agente?? o es que esa misma actitud viene promovida desde los altos mandos del concello??
O estas conmigo o estas contra mi. Viva la democracia del concello de Pontevedra.
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