No sería por no avisar

Fuente Faro de Vigo

Las predicciones del PP se están cumpliendo a rajatabla. El concello no ha logrado vender en el último año ninguno de los solares edificables de su propiedad en la ciudad, unas ventas con las que esperaba ingresar más de quince millones de euros con los que sufragar su plan de inversiones de este año. La crisis amenaza con reducir de forma notable los ingresos del concello y pone en peligro muchos de sus proyectos. A las medidas de choque contra la recesión, que mermarán parte de la recaudación fiscal y el recorte de, 3% en las transferencias del Estado se une también la falta absoluta de compradores para los solares municipales, debido a las dificultades de los promotores para obtener créditos bancarios.

La última esperanza del gobierno local en estas subastas estaba centrada en un atractivo solar en A Eiriña, al lado de la futura sede de la ONCE; en la calle 12 de Novembro. El concello trató el asunto con varios posibles compradores, pero finalmente ninguno se atrevió a aportar los aproximadamente 11 millones de euros necesarios.

Aunque este es el caso más llamativo, no es le primero. Ya este año han quedado desiertas dos subasta más, con parcelas más pequeñas, pero que permitirían lograr entre 5 y 7 millones de euros. En uno de estos casos, en A Parda, se negoció con un comprador, pero la operación aún no se ha cerrado. El grupo municipal del PP ha mostrado en varias ocasiones su desacuerdo con la vinculación de buena parte de las inversiones con la venta de estos solares (obtenidos de las cesiones obligatorias por aprovechamientos urbanísticos), "ya que no es el mejor momento para adquirir esas parcelas).

A día de hoy, la única vía de obtener ingresos es pedir un préstamo a los bancos. Hace unas semanas se convocó el concurso al efecto y varias entidades han solicitado ya los datos y el importe, que supera los cuatro millones de euros. Aún faltan varias semanas para que se cierre este proceso, pero en círculos municipales no se oculta el temor a que la reducción crediticia de las entidades bancarias también llegue a las operaciones con el concello, no tanto en que lleguen a negar el préstamo, pero sí a que endurezcan sus condiciones.