Freeters

Por fin Rajoy ha abierto el debate sobre la dualidad del mercado laboral en este país. Yo hablé de esto mismo hace justo un año en este blog. Consideraba que el despido no es un drama, que entraba dentro de las reglas del libre mercado. El verdadero drama es querer trabajar y no poder. Y es aquí hacia donde deben dirigirse todas las políticas sociales de un Gobierno, a generar empleo.

Leyendo a Marc Vidal he encontrado ese término que hasta ahora desconocía para describir lo que le está ocurriendo a mi generación:
Freeters, neologismo acuñado hacia 1987-1988 y compuesto por la palabra inglesa free (libre) y la alemana Arbeiter (trabajador). Es decir, gente joven de estudios superiores pero que se encuentran excluidos del sistema laboral.

Cada vez el caso español se parece más al japonés en donde estalló la burbuja inmobiliaria y financiera a
principios de los 90 y que provocó crisis y recesión, que se ha alargado hasta nuestros días. Allí 7 millones de japoneses son freeters, representando al 35% de los jóvenes menores de 35 años.

La media de ingreso de uno de ellos es de 1. 000 euros al mes frente a los 4.000 de promedio en el país. ¿Os suenan las cantidades? En uno de los países más ricos del mundo ellos no tienen ni casa ni trabajo ni futuro a la vista. Son una nueva categoría social que nació a la sombra de la recesión de los años 90 y que se prolonga en el tiempo. Poco importa la recuperación para ellos. Hombres y mujeres de entre 16 y 35 años que permanecen fuera del sistema laboral y que no perciben subsidios de ningún tipo. Se pasan el día navegando por Internet en los “Café-Manga” o paseando sin hacer nada. Millones de jóvenes sin interés por seguir estudiando, sin interés por trabajar, sin nada que les motive. (Fuente
Marc Vidal).

Hay que hacer reformar esto ya. No se le debe tener miedo a los calificativos extremistas del Psoe, más preocupados por la imagen pública que por aforntar los retos a los que se enfrenta este país. Hay que avanzar hasta llegar a la raíz del problema. Exponer todos los problemas sobre la mesa, sin ocultarlos. Solo así se conseguirá que la ciudadanía sepa realmente a qué nos enfrentamos y se conciencie de cual es el camino para salir de esta situación económica que está trazando un dibujo en forma de L.

0 comentarios: