Adiós Lourizán, adiós.

Ayer se dio continuidad al proyecto de la Variante de Marín con su macronudo en la zona de Mollavao, justo donde la antigua playa de Cocheras.

Sobre este asunto escribí por primera vez en Diciembre de 2007 en este mismo blog cuando el silencio y pasividad era preponderante en toda la ciudadanía pontevedresa.

Solo hubo un político que se atrevió a recoger el guante y liderar con todas sus fuerzas la oposición a un macroproyecto que hipotecará de por vida la recuperación de Lourizán para disfrute de todos los pontevedreses, Telmo Martín. Ni los acólitos subvencionados por Lores y cía, Antón Masa, APDR, Verísimo Pazos alzaron un mínimo la voz.

Ayer Lores se atrevía a decir (quizás viendo que la obra empieza a ser visible y la gente podrá percibir nitidamente la aberración que conlleva) que tanto el Concello como la Xunta reiteraron el proyecto por su excesivo impacto (VER), una gran mentira de la que colaboran todos los cronistas de los medios de estas ciudad que cubrían la noticia al no validar esas declaraciones.

El proyecto siempre fue diseñado para conectar con la AP-9 en su tramo libre de peaje y más tarde conectar con los nuevos nudos de la circunvalación (09 de diciembre del 2004 ):

El alcalde reiteró que el Ministerio ya ha dado un visto bueno inicial a la propuesta municipal de desplazar igualmente el nudo norte de la AP-9 unos dos kilómetros más arriba, después de la Cross, a la altura de la salida de la variante de Poio, para desatascar A Barca y facilitar un nuevo enlace de la autopista con la red viaria local.

El nuevo nudo norte de la AP-9, en Alba, sería el arranque de la circunvalación, y el nuevo nudo sur, en Salcedo, sería el final del cinturón, pero el hipotético trazado entre esos dos puntos, por Bora y Tomeza, está pendiente de definición, según Fernández Lores.

El ahora presidente de la Xunta y otrora conselleiro de Política Territorial, Alberto Núñez Feijoo, había presentado en 2004 un remate con la AP-9 ubicado algo más abajo del cruce con la subida a la Brilat, entre Mato Grande y Ribeiriño y que contaba con impacto ambiental favorable. Fue rechazado por algunos vecinos alegando que partía la parroquia en dos (VER). Lores lo calificó como "muro por el sur" y que "supondrá una nueva traba al crecimiento del municipio y problema para su conexión con la comarca" (VER).

Luego llegó el Gobierno de Zapatero con la famosa Magdalena Álvarez al frente del Ministerio de Fomento (la misma que el BNG con su votos salvó de reprobación, ver) y propuso el actual viario que fue aceptado por unos vecinos que ya daban por sentado que ENCE nunca se movería de Lourizán (VER).
La Xunta del bipartito con el plácet de Lores y a través de María José Caride sacaría a concurso en el DOG la redacción del proyecto un 29 de Junio de 2006 (VER).

Lores y cía llegaron incluso a votar en contra en un Pleno Municipal contra la propuesta de Telmo Martín de rechazar y modificar ese último tramo justo enfrente de la isla de Tambo, en el corazón de las Rías Baixas.